Que “los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez son más pobres” es una creencia popular, que mientras algunos la postulan como axioma, otros la discuten como una forma de resentimiento social. Sin embargo, un estudio realizado en Estados Unidos demostraría que, pese a la insistencia en que el crecimiento económico nos beneficia a todos, este sólo tiende a favorecer a las clases más adineradas.

El estudio fue publicado en el Review of Radical Political Economics tras analizar los ingresos de 60 mil hogares estadounidenses, que fueron encuestados periódicamente entre 1996 y 2003. Esto determinó que cuando se produce un auge económico, sólo los quintiles mejor posicionados mejoraron -aún más- sus ingresos, mientras que los quintiles en el medio y en la parte inferior de la escala, no vieron mejorar su situación en absoluto.

“Aquellos que están en el fondo parecen estar atrapados allí y, en algunos casos, caen aún más en las profundidades de la pobreza, desmintiendo el tono optimista que postula el pensamiento económico”, indican los autores, citados por EurekaAlert.

“Podríamos decir que aquellos hogares en la parte superior de la escala económica, están mejor posicionados o incluso favorecidos para cosechar los beneficios del crecimiento económico, aumentando todavía más la brecha de ingresos entre ricos y pobres”, añade.

El estudio postula que esto se debe a que en tiempos de prosperidad económica, las clases más pobres tienen un acceso limitado a recursos que les permitan mejorar su posición social, un caso que se aprecia claramente al ver cómo los avances tecnológicos no están presentes en todos los hogares.