Tras cuatro años de reinado absoluto de los estudios Pixar, el camaleón “Rango” de los estudios Paramount se llevó el domingo el Oscar a mejor película animada, ganándole a un gato ladrón, a un panda camorrista, a un gato con botas latino y a una pareja de amantes cubanos.

Dando muestras de una audacia que a veces falta en otras categorías, los miembros de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas recompensaron el original filme, un “western” poblado de personajes delirantes liderados por un camaleón mentiroso y no muy sexy, con la voz de Johnny Depp.

Elegir a un reptil de ojos saltones como héroe de una cinta de animación -a priori destinada a los niños, aunque el público tiende a ampliarse- era una verdadera apuesta en un género habituado a animales tiernos más fáciles de declinar en peluches y juguetes.

Como prueba, “Rango” se enfrentó a este año a un gato ladrón (“Un Vie de Chat”, traducida como “Un gato en París”), a un gato con botas latino (“Puss in Boots”) y a un panda experto en artes marciales (“Kung Fu Panda 2″). La cinta española “Chico & Rita” es la excepción, con personajes solamente humanos.

Pero “el tono es lo más importante”, dijo recientemente a AFP Gore Verbinski, realizador de “Rango” y de las tres primeras entregas de “Piratas del Caribe”.

“Me gustan las películas que tienen una voz singular”, agregó. “Quisimos hacer una cinta que nos pusiera felices y, por suerte, encontramos público. Pienso que si uno no se dirige derecho al objetivo, las ideas se pierden”.

“Rango” presenta a un camaleón solitario y cuenta cuentos, que se encuentra en el medio del desierto tras un accidente de automóvil. Aterriza finalmente en un pueblo remoto, que lo convertirá en su sheriff y en el encargado de hallar agua, que escasea brutalmente.

Para Verbinski, que nunca había explorado el mundo del dibujo animado antes que “Rango”, la gran diferencia entre las películas de acción real y las animadas es que estas últimas “no hacen regalos”.

“Cada guiño es el resultado de semanas de discusión. Por una parte tienes el control absoluto de todo, pero por la otra tienes la carga que esto representa”, dijo.

“En las películas de acción real no controlas verdaderamente el caos, pero puede haber bonitos accidentes en el camino”.

Para ganar autenticidad, Verbinski hizo grabar la mayoría de las voces con todos los actores reunidos, una práctica poco habitual en el mundo de la animación, donde los artistas en general registran sus líneas por separado y pueden no llegar a cruzarse hasta el estreno de la película.

“Una de mis mayores angustias era que la película se volviera clínica y estéril, por decirlo de algún modo. La computadora se presta fácilmente a la perfección…”, observó el cineasta.

“Tener a todos los actores en la misma sala de grabación era fundamental, porque era una de las pocas oportunidades, en el proceso de creación, de poder reaccionar intuitivamente a lo que sucedía”.

“No se habría podido hacer la escena del bar con un solo actor y un micrófono”.

“Rango” ha sido un verdadero éxito de crítica, con 88% de opiniones positivas en el sitio de referencia Rottentomatoes.com, y un valor seguro en la taquilla, con 240 millones de dólares en ingresos en todo el mundo.