Desde hace algún tiempo se ha puesto de moda entre los chefs el preparar y consumir alimentos crudos, tendencia conocida como “Crudismo“, que promete un estilo de vida más saludable y muchas ventajas nutricionales para quienes lo sigan.

Si bien este tipo de alimentación tiene un número de beneficios, también debemos considerar que todo régimen nutricional o cambio de estilo en la alimentación también trae consigo una serie de contras que podrían afectar nuestra salud. Es por eso que la experta Ana Rosa Quintana publicó a través de Yahoo! Tendencias una serie de puntos a tener en cuenta sobre este tipo de alimentación.

Acá van los pro y los contra del crudismo:

Ventajas:

1. Los alimentos crudos contienen enzimas activas que ayudan a tener una buena digestión y evitan la acidez estomacal, además de reacciones de intolerancia a ciertos alimentos. Esto, según una investigación hecha por el teórico y seguidor del crudismo, David Wolf.

2. Está científicamente comprobado que las vitaminas de las verduras sólo permanecen en ellas al consumirlas crudas, debido a que la cocción de los vegetales aniquila un gran porcentaje de las vitaminas que éstas contienen.

3. El consumir alimentos crudos ayuda a bajar de peso y a mantenerlo en el tiempo, debido a que los alimentos cocidos elevan el índice glucémico del organismo y esto provoca sensación de hambre más rápido que cuando se consume un alimento sin cocción. Además, los alimentos crudos provocan una mayor sensación de saciedad con menor cantidad ingerida.

4. Este estilo de alimentación es bueno para las personas que sufren de colesterol alto e hipertensión, debido a que los alimentos crudos no contienen grasas saturadas.

5. Finalmente, el consumo de alimentos en su estado natural ayuda a eliminar la celulitis y a mantener un metabolismo activo.

Desventajas:

1. Este es un sistema de alimentación costoso, debido que al consumir alimentos crudos es muy importante comprar los de mejor calidad, que estén lo menos intervenidos posible y ojalá sean orgánicos, por lo que no es conveniente para el bolsillo de todos.

2. Las personas con problemas intestinales no pueden seguir este estilo de vida, porque su organismo tardará el doble de tiempo en asimilar lo que come y, por lo tanto, sus problemas podrían incrementarse.

3. No todas las proteínas animales pueden comerse en estado crudo, por ejemplo: el huevo debe ser cocinado para prevenir el riesgo de salmonella; lo mismo con la carne de pato, que al estar cruda o mal cocida provoca infecciones intestinales.

4. Este tipo de dieta obliga a lavar mucho la comida, e incluso clorarla para asegurarse de que esté totalmente libre de microbios y/o infecciones.

5. Esta dieta no es recomendada para embarazadas, porque cualquier problema estomacal también podría afectar al feto y producirle deficiencias nutricionales importantes, tanto a la madre, como al niño.

Ahora que ya conoces lo bueno y lo malo de esta tendencia alimenticia, podrás decidir mejor cómo o cuándo probarla. ¿Te atreves?