La jueza de instrucción italiana decidió la detención domiciliaria del comandante del crucero “Costa Concordia”, en cuyo naufragio el viernes murieron al menos 11 personas, en donde además el capitán Francesco Schettino, aseguró este miércoles que abandonó el barco de forma accidental.

“No es verdad que abandonara la nave. Es que me caí accidentalmente sobre el techo de una de las barcas de salvamento. Luego no pude volver a subir al barco porque la barca quedó colgada, suspendida. Después estuve sobre una roca de la isla Giglio coordinando las operaciones de desembarco”, recalcó el capitán al diario El Mundo.

Además, la justicia determinó que existen “graves indicios” de culpabilidad contra el capitán Francesco Schettino como eventual responsable de “un desastre de proporciones mundiales”.

La jueza, Valeria Montesarchio, subrayó que el capitán se negó a volver a bordo pese a la orden del comandante de la Capitanía y que “no hay dudas” de la gravedad de sus acciones.

La jueza, al publicar las razones por las que decidió su detención domiciliaria, subraya que el comandante, después de haber alcanzado los escollos, permaneció varias horas en compañía de unos amigos observando las operaciones de rescate.

La jueza de instrucción de Grosseto (centro) dictó la medida de excarcelación el martes en la noche tras someter a un interrogatorio a Schettino.

Finalmente, la Fiscalía de Grosseto había solicitado su detención cautelar y lo acusa de homicidio culposo múltiple, abandono de nave y naufragio, por lo que corre el riesgo de ser condenado a 12 años de prisión.