Una misión de la ONU visita Ecuador para indagar sobre la rebelión policial del 30 de setiembre de 2010, la cual es denunciada por el presidente Rafael Correa como intento de golpe de Estado y de asesinato en su contra, indicó el martes la cancillería ecuatoriana.

La delegación de las Naciones Unidas (ONU), que incluye al subsecretario general para Asuntos Políticos, el argentino Oscar Fernández Taranco, se reunió el martes con los ministros de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, y de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, indicó la cancillería en un comunicado.

Su presencia en el país se extenderá hasta el próximo viernes y “buscará informarse sobre el impacto que este evento tuvo en la democracia y el Estado de Derecho en el Ecuador”.

Se añadió que Fernández Taranco y otros funcionarios de la secretaría de la ONU dialogarán con los principales actores institucionales, políticos y de la sociedad civil para tomar conocimiento de los hechos registrados durante la insurrección policial.

Correa había pedido al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que ese organismo investigue la rebelión “con total independencia y ajena a los manoseos políticos” y, en octubre pasado, ordenó desclasificar informes sobre la misma.

El mandatario socialista asegura que la revuelta fue instigada por opositores y policías corruptos para derrocarle y asesinarle, al tergiversar la intención de una ley que eliminó primas por ascensos y condecoraciones en la fuerza pública.

La oposición niega esa tesis y acusa al gobernante de haber exacerbado la violencia al presentarse en un regimiento de Quito para, según él, aplacar la protesta policial.

Durante una visita a Quito en febrero de 2011, Ban Ki-moon expresó su preocupación tras la sublevación, durante la cual respaldó a las “instituciones democráticas y al gobierno elegido”.