Los parientes de los trabajadores asesinados en Laja tras el golpe de Estado, reaccionaron con sorpresa y estupor tras conocer los detalles de la investigación periodística que revelaron antecedentes inéditos de los crímenes, como la participación de ejecutivos de la empresa CMPC.

Los hechos se produjeron en los días posteriores a la asonada militar, con las detenciones de operarios de la fábrica, incluido un estudiante secundario, los cuales – 19 en total – después fueron fusilados en el sector El Dorado, en las cercanías de Puente Perales.

En la investigación del sitio Ciper Chile se revelaron datos desconocidos, como la participación de ejecutivos de la CMPC que dieron nombres de operarios que después fueron fusilados, además de facilitar vehículos e infraestructura para sus detenciones.

Pedro Urra, cuyo hermano Raúl Urra fue una de las víctimas, dijo que tenían antecedentes de la participación de representantes de la CMPC, los cuales se ratificaron con la indagación judicial.

Urra, que también es concejal de Laja, sostuvo que fue vital la reconstitución de escena porque permitió saber quiénes estuvieron implicados y cómo ocurrieron los hechos.

Lorena Ulloa tenía sólo 11 días de vida cuando a su padre, Luis Armando Ulloa, fue detenido y hecho desaparecer. Para ella, fue difícil saber que un agricultor de la zona estuvo involucrado, más aún cuando su madre trabajó para él.

Según la mujer, ahora tienen expectativas que pueda hacerse justicia contra los responsables de los asesinatos, pese al paso del tiempo.

Pese a los avances en la investigación que lleva adelante el ministro especial para casos de derechos humanos, Carlos Aldana, Pedro Urra manifestó sus reservas respecto de la actuación de la justicia, debido a que los funcionarios de Carabineros que figuran como responsables de los crímenes, se encuentran en libertad bajo fianza.