La misión encargada de preparar la llegada de observadores de la Liga Árabe era esperada este jueves en Siria, donde los actos de violencia dejaron, según militantes de los derechos humanos, 21 muertos, 14 de los cuales civiles.

La decena de miembros de esta delegación dirigida por Samir Seif al-Yazal, un alto responsable de la Liga Árabe, tiene por misión solucionar los problemas logísticos y de organización del primer grupo de 30 a 50 observadores que debe llegar el domingo.

El efectivo debería aumentar para llegar a un total de 150 a 200 observadores, todos expertos civiles o militares árabes que trabajarán dirigidos por el jefe de la misión, el general sudanés Mohammed Ahmed Mustafá al-Dabi, implicado en la guerra civil Norte-Sur y en la de Darfur.

Las autoridades sirias estiman haber obtenido mejoras con respecto al protocolo inicial que, según ella, “no tomaba bastante en cuenta la seguridad nacional” del país.

Por el contrario, los militantes que desde hace nueve meses animan la contestación contra el régimen de Al Asad están particularmente decepcionados. En su página Facebook “Syrian Revolution 2011″, llaman a manifestar el viernes contra “el protocolo de la muerte”, que según ellas es “un permiso para matar”.

Según el texto firmado el lunes en El Cairo, los observadores deberán “garantizar el cese de todos los actos de violencia vengan de donde vengan”, “impedir a las fuerzas de seguridad, los chabbiha (milicias partidarias del régimen) y las bandas interferir en las manifestaciones pacíficas”, y “asegurar la liberación de los detenidos arrestados en relación con la crisis actual”.

“Deberán también obtener la supresión de todas las incursiones armadas en ciudades y barrios donde tuvieron lugar manifestaciones” y actuar para que el “gobierno autorice a los medios árabes e internacionales a entrar y desplazarse por toda Siria sin interferencia”.

La misión tiene “la libertad de contactar organizaciones humanitarias, responsables gubernamentales, individuos y víctimas de la crisis actual” y tiene una “libertad de movimiento y comunicación en el marco de la protección de los civiles en coordinación con el gobierno sirio”.

La misión podrá “visitar cárceles, lugares de detención, puestos de policía y hospitales”.

Para la oposición, es la ONU la que debe encargarse del caso sirio.

“Llamamos a la Liga Árabe a traspasar el expediente de la crisis en Siria al Consejo de seguridad de la ONU”, afirmó a la AFP Omar Edelbi, portavoz de los Comités locales de coordinación, que dirigen las protestas en el terreno.

Para Edelbi, la misión de observadores es solo una “nueva tentativa del régimen para eludir la iniciativa árabe y despojarla de su contenido”.

Al menos 21 personas murieron este jueves en Siria, entre ellas 14 civiles, el mismo día que se espera la llegada del primer equipo de observadores de la Liga Árabe, denunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En la ONU, Francia afirmó esperar un “avance determinante” en la reunión entre los miembros del Consejo de seguridad en Nueva York sobre el tema de Siria.