Las prótesis mamarias que fabrica la empresa francesa PIP, que fueron exportadas masivamente a Latinoamérica y son objeto de un escándalo por la sospecha de que pueden provocar cáncer, fueron prohibidas en varios países de la región desde 2010.

Antes de que la empresa Poly Implant Prothèse (PIP) fuese liquidada en marzo de 2010, exportaba unas 100.000 prótesis anuales, lo que representaba 84% de su actividad, según el veredicto de liquidación judicial del tribunal de comercio de Tolón (sur de Francia).

Entre sus mejores mercados, figuraba Sudamérica, especialmente Venezuela, Brasil, Colombia y Argentina, con más de 58% de las exportaciones en 2007 y 50% en 2009.

Pero desde marzo de 2010, tras la alerta de la agencia francesa de medicamentos (Afssaps) sobre un proceso de fabricación no conforme, el organismo de Salud Pública de Chile ordenó el retiro de las prótesis PIP de su mercado.

Los mismo ocurrió en Venezuela, donde cada año se realizan unas 40.000 cirugías de aumento mamario, de las cuales hasta un 80% utilizan prótesis francesas de distintas marcas.

La Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica (SVCP) “se pronunció públicamente y esas prótesis no volvieron a comercializarse. Los implantes que estaban en inventario salieron del mercado y fueron devueltos”, dijo a la AFP Marisol Graterol, titular de la institución, que no precisó el número de implantes devueltos.

Sin embargo, Graterol aseguró que el número de casos de cáncer en pacientes con implantes PIP en el mundo “es baja” y que “espera la resolución de la sociedad internacional de cirugía plástica y del gobierno francés”, que publicará el viernes un informe, para tomar medidas.

Esta posición es compartida por las autoridades de Brasil: Sebastiao Guerra, presidente de la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica, dijo a la AFP que no se ha registrado “ningún problema” y “ningún caso de cáncer” provocado por el implante mamario PIP en el país.

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil dijo por su parte que no tomará ninguna decisión al respecto hasta que las autoridades sanitarias francesas no se expidan sobre el tema.

Brasil prohibió en abril de 2010 la importación y la comercialización de implantes mamarios PIP, luego de que Francia alertara sobre un aumento de casos de ruptura.

Unas 10.000 prótesis PIP fueron retiradas del mercado, pero cerca de 25.000 mujeres brasileñas aún portan estas prótesis, dijo a la AFP un portavoz de Anvisa.

En Argentina, la importación, comercialización y uso de las prótesis mamarias de PIP fueron prohibidas por la Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) en abril de 2010, según recordó la entidad este miércoles a la AFP.

El panorama es similar en Colombia, donde el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) recomendó la suspención de las protesis PIP en abril de 2010 y luego prohibió su uso en octubre del mismo año.

“Se comprobaron índices de ruptura por encima de los limites aceptables”, dijo el Invima, que recomendó a las personas concernidas “visitar a su cirujano, inclusive si no han presentado sintomatología clínica o deterioro de la prótesis”.