El mandatario belga, el socialista Elio Di Rupo, enfrenta este jueves su primera huelga general del sector público, que dejó sin transporte a la capital europea, en protesta por el plan del nuevo gobierno de reformar las pensiones para reducir el déficit en el país.

Tres días antes Navidad, en las calles de Bruselas, sede de la Unión Europea, no circulaba ni un sólo autobús, ni metro, ni trenes. Tampoco funcionaban las líneas de trenes de trayectos internacionales como Eurostar o Thalys.

“Hay personas que no han podido llegar hasta la oficina pues viven lejos y no hay trenes (…) en esos casos los funcionarios que no vienen pues no tienen otro medio de transporte, deberán trabajar desde sus casas” contó a la AFP una funcionaria brasileña de la Comisión Europea.

Los principales sindicatos del país convocaron a una huelga general en el conjunto del sector público, sobre todo el transporte, pero también los hospitales, escuelas y cadenas de televisión y radio públicas.

Esta huelga del sector público, la primera desde 2005, se convocó el mismo día en que el parlamento debe pronunciarse sobre una reforma de las pensiones, un plan del gobierno de coalición dirigido por el socialista francófono Elio Di Rupo, quien asumió el poder el 6 de diciembre, poniendo fin a la crisis política qué dejó al país durante más de 540 días sin gobierno.

El proyecto de ley no pretende modificar la edad jubilatoria, fijada a los 65 años, pero sí busca retrasar en dos años el límite de edad para los trabajores que se acogen a la jubilación anticipada, muy común en Bélgica, que de ser aprobado pasaría ser a los 62 años.

Las medidas forman parte del programa del gobierno para reducir el déficit público y la deuda en el país, uno de los más amenazados por la crisis de la deuda.

Recientemente la agencia de calificación Moody’s degradó en dos escalones la nota de la deuda de Bélgica a “Aa3″, aduciendo un deterioro en las condiciones para el financiamiento de los países de la zona euro.

Además de la edad, en Bélgica el sistema de pensiones se calcula teniendo en cuenta los años trabajados cotizados (45 años), la situación familiar y el salario promedio obtenido durante la carrera.

De todas maneras, las pensiones en Bélgica son una de las más bajas en Europa: un trabajador del sector privado, casado con 45 años de carrera, obtendrá en promedio una pensión entre 1.155 euros. Una mujer 634 euros, según un estudio. En cambio si se trata de un funcionario público el promedio ascenderá a 2.400 euros mensuales para un hombre, 2000 para una mujer, añadió.

Al igual que el resto de Europa, la estabilidad de los sistemas actuales de pensiones en Bélgica se ven afectados por el fuerte envejecimiento de la población.

La reformas de las pensiones constituyen uno de los temas más sensibles en toda Europa para paliar la crisis de la deuda en momentos en que los gobiernos intentan cumplir con las medidas draconianas impuestas por Bruselas.

En España, el nuevo presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy anunció nuevos recortes en el sector público en 2012, por valor al menos de 16.500 millones de euros, para intentar contener el déficit.

Pero dijo que no tocará las pensiones.

En Italia, el nuevo gobierno de Mario Monti debió emprender reformas en las pensiones, uno de los tantos recortes para calmar el acoso de los mercados.

Y la ministra italiana de Trabajo, Elsa Fornero, no pudo contener el llanto cuando anunció el fin de las revisiones de las pensiones en Italia en función de inflación, excepto para las pensiones más bajas.