El incienso está amenazado con desaparecer ya que los árboles de donde se extrae esta resina podrían a su vez dejar de existir en cincuenta años, según un estudio publicado el miércoles por la Sociedad Británica de Ecología.

El número de Boswellias, los árboles de los que se extrae el incienso, podría “reducirse un 90% en los cincuenta próximos años”, estiman los científicos, que han basado su cálculo en un estudio realizado en el noroeste de Etiopía con 6.000 árboles.

Por ello, la “producción de incienso está condenada”, alertan.

El incienso, obtenido con la resina de Boswellia recogida mediante una incisión poco profunda en el tronco del árbol, podría reducirse a la mitad en los próximos quince años, agregaron.

Según este estudio realizado por científicos basados en Holanda y en Etiopía, es poco “probablemente” que la producción de incienso sea la “causa principal del declive de la población de Boswellias”, sino los incendios, los animales y los ataques de insectos.

Los Boswellia crecen en África del Este y en la península arábiga.