La comunidad de Los Ángeles reaccionó con molestia ante lo que se calificó como desidia de parte del Concejo Municipal, instancia que no abordó el problema de desabastecimiento de agua potable en la ciudad durante la semana pasada.
El pasado lunes se reunió el cuerpo colegiado, encabezado por el alcalde Eduardo Borgoño y siete de los ocho concejales, donde no se trató la emergencia sanitaria, pese a que miles de familias no tuvieron agua por varios días y otro número aún mayor tuvo baja presión del recurso en sus hogares.
Sólo uno de los colegiados, Víctor Salazar, expuso la preocupación por el tema y planteó la posibilidad de construir piscinas en los sectores populares para minimizar la apertura de grifos, hecho catalogado por Essbío como responsable de los problemas de suministro.
Recordemos que el martes de la semana pasada se denunció la apertura indiscriminada de esos implementos, principalmente en los sectores Paillihue y Santiago Bueras, a consecuencia de las temperaturas superiores a los 35 grados.
Esto causó el corte del suministro o la caída de presión en miles de hogares, perjudicando especialmente a las villas Galilea, Parque Lauquén, Sor Vicenta y Ciudades de Chile, entre otras.
El problema, que se prolongó hasta el viernes, abarcó también el radio céntrico de locales comerciales que perdieron sus ventas por no poder preparar alimentos y asear los baños.
Por eso, que el tema no se tratara en el cuerpo colegiado causó molestia en los angelinos. Uno de ellos fue el vicepresidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos, Ramón Riquelme, quien dijo que el asunto debió tratarse en el Concejo Municipal.
Otro auditor, Carlos, advirtió que ese hecho revela el poco compromiso de los concejales con la comunidad a la cual representan.
Por su parte, Luis sostuvo que los concejales debieran tener un rol más activo frente a los problemas ciudadanos.
En respuesta a la polémica, en el municipio de Los Ángeles se limitaron a enviar un comunicado de prensa en la tarde de este lunes, donde se informa que esperarán el resultado de la investigación de la Superintendencia de Servicios Sanitarios para saber el origen del problema.
En el escrito se asegura que lo vivido fue una emergencia sanitaria, aunque el alcalde Eduardo Borgoño no hiciera ninguna referencia a esa condición en la reunión habitual de los lunes del Concejo Municipal.
¿Qué dijeron los concejales? Mario Ríos afirmó que él ya había expuesto el mismo problema en el Concejo Municipal días antes que se produjera la emergencia, en especial en lo referido a la apertura de grifos y el funcionamiento de las piletas de agua.
Por otro lado el concejal Cristóbal Urruticoechea, hizo un mea culpa de la situación y sostuvo que el problema de desabastecimiento de agua potable debieron abordarlo en la reunión del Concejo Municipal.
Finalmente el concejal Ismael Rioseco se ausentó en la sesión del lunes, pero aseguró que el problema del agua lo tenía en su listado de los temas a tratar.
La mayor parte de los ediles sugirió que una solución de largo plazo es la construcción de piscinas en los sectores más poblados, como Paillihue y Santiago Bueras, para que los vecinos tengan una opción de refrescarse en los días de altas temperaturas.
Mientras tanto, aunque la situación en Los Ángeles se ha normalizado, en Essbío se reiteró el llamado a denunciar la apertura de grifos debido al riesgo que se vuelvan a tener problemas de abastecimiento.