La psiquiatra jefe del Servicio de Psiquiatría de Clínica UC-San Carlos, doctora Ximena Fuentes, explicó que si una pareja no decide darse un espacio para estar juntos, conquistándose, sorprendiendo y desarrollando complicidades, es fácil sentirse solo, cansado y con la sensación de no percibir novedad en el vínculo.

La monotonía se refiere a la ausencia de variedad, la uniformidad de la vida en pareja, con la falta de matices que hagan sorpresivo y diferente un día de otro. Cuando las personas se enfocan en utilizar sólo la energía en construir otros aspectos, como la crianza de los hijos, el trabajo y los logros materiales, comienza a surgir este problema.

La especialista, quien es miembro de la Unidad de Pareja y Sexualidad del Departamento de Psiquiatría de la Pontificia Universidad Católica, dijo que la relación de parejas es de dos personas, por lo tanto ambos son responsables de cuidarla, reparar las ofensas, desarrollar intimidad, juegos y construir los sueños.

“Cada vez más las parejas quieren disfrutar su vida en conjunto, pero no siempre son explícitas en de qué modo quieren vivirla, no conversan de sus expectativas, no inventan, y muchos no dan espacio a la creatividad ni a lo lúdico”, dijo.

“Romper esa monotonía, causante de varios problemas, sí tiene solución. Sorprender al otro con algo especial de vez en cuando, construir significados compartidos sólo por ellos, ser cómplices y amantes, puede ayudar a reencantarse. No hay que olvidar el hecho de expresar sentimientos positivos, estimular la confianza y el afecto. Validar y responder a las necesidades del otro, hacer cosas juntos, como caminar por ejemplo, para que el amor y el sentimiento de conquista vuelvan a nacer”, expresó.

Para evitar la rutina, “es fundamental diferenciar los espacios. Existe un espacio parental, otro laboral y el de pareja. A éste último hay que dedicarle un tiempo especial y aprovecharlo de la mejor manera”.

Recomendó “la comunicación con la pareja de su quehacer cotidiano, sus sueños, frustraciones y anhelos; esto construye puentes que permiten cuidar del otro y de la relación amorosa”.

Del mismo modo, hay que “darle a la vida erótica de la pareja un tiempo real y lúdico, de conocerse e inventar juntos”.

Igualmente, desarrollar el sentido del humor ayuda a descargar tensiones, disminuye el estrés y reírse juntos es recomendable y maravilloso.

“Ayudarse en las etapas de mayor exigencia para cada uno es un acto de amor. Por ejemplo, en el período de crianza, al realizar post-grados, entre otros. Los dos forman una sola relación y cuidarla es fundamental”, expresó la especialista.