La retirada militar estadounidense de Irak, después de nueve años de presencia, inquieta a las monarquías del Golfo porque podría reforzar la influencia de Irán en toda esta región estratégica, coinciden analistas.

“La salida estadounidense de Irán sin dudas crea un vacío”, afirmó Abdel Aziz Saqr, quien dirige un centro de investigaciones sobre el Golfo. “Los estadounidenses eran una presencia tranquilizadora para sus aliados, con los que tienen acuerdos de seguridad”, dijo este especialista saudita a la AFP.

Esa presencia “aseguraba una estabilidad ante la capacidad militar estadounidense”, añadió, para indicar su convicción de que con la salida de Estados Unidos habrá “un refuerzo de las actividades militares y de espionaje de Irán en Irak”.

En la visión de Saqr, Irán no será “una amenaza directa para Irak” pero podría utilizar ese país como una base para amenazar a los países del Golfo, en momentos en que el gobierno iraní parece esta “perdiendo su aliado sirio”, ya que el régimen de Damasco es acorralado por manifestaciones sin precedentes.

La proximidad ideológica entre el gobierno de Irak, dominado por los chiitas, y el de Irán favorece los lazos entre las dos partes, que coinciden por ejemplo en la defensa del régimen sirio.

El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, manifestó el lunes su desacuerdo con el presidente estadounidense Barack Obama con relación a Siria, afirmando que no se sentía en el derecho de reclamar la salida del presidente sirio Bashar al Asad, como lo hace el jefe de Estado en Washington.

El ejército estadounidense deberá completar antes del fin de 2011 su retirada de Irak, para dejar apenas 157 militares y 763 civiles que ayudarán a entrenar las fuerzas iraquíes bajo el control de la embajada de Estados Unidos en Bagdad.

El propio general Robert Caslen, comandante de la oficina responsable por la cooperación de seguridad en Irak (OSCI), admitió que las fuerzas iraquíes no parecen totalmente listas a tomar el relevo.

“Las fuerzas de seguridad iraquíes han adquirido en los últimos años la capacidad de administrar las amenazas interiores (…) Pero aún no adquirieron la aptitud de controlar las amenazas externas”, dijo el jefe militar a la AFP.

El jefe del Estado Mayor de Irak, Babaker Zebari, reconoció que el país será “incapaz de ejecutar la totalidad de sus misiones de defensa externa antes de una fecha estimada entre 2020 y 2024″, según un informe estadounidense.

Sami al Faraj, especialista en Irán y director del Centro de Estudios Estratégicos de Kuwait, minimiza la capacidad militar de Irán ante la sofisticación del armamento occidental en los países árabes del Golfo.

“Irán puede, por ejemplo, movilizar naves en los corredores marítimos, que haría estallar el precio de los seguros para las cargas de petróleo”, dijo, pero no realizar verdaderas operaciones militares, añadió.

Otro analista kuwaití, Sami al Nisf, apuntó que “la retirada estadounidense ocurre en circunstancias difíciles, (…) y se se inicia un conflicto religioso o étnico en Siria, eso tendría repercusiones en Irak”.