El francés André Bernard León Biebel entregó el miércoles a las autoridades paraguayas a sus dos hijas para cumplir la orden de la justicia de que sean restituidas a su madre, la cubana Mariluz Milán Medina, quien denunció que su ex esposo las secuestró hace cuatro años.

Sobre Biebel, de 63 años, pesaba una orden de captura internacional por sacar ilegalmente de Francia a sus hijas Anya y Aimée Biebel Milán, de 10 y 11 años, tras una crisis matrimonial con Milán, de 39 años, que derivó en divorcio.

La pareja se separó en 2007, y Biebel las sacó de Francia antes de que la justicia fallara sobre la custodia de las menores, según los antecedentes que obran en el juzgado del Menor en Paraguay.

“Las iban a llevar a un orfanato en Francia y yo no podía permitir eso”, dijo Biebel a periodistas al justificar su fuga con las niñas de Francia a Paraguay.

“Mi mujer me acusó de todo. Hubo muchas acusaciones muy graves. La decisión de las autoridades judiciales me parece injusta e increíble. Vine con mis hijas a Paraguay para protegerlas”, agregó el francés.

Biebel, quien dijo que desde su radicación en Paraguay se dedicó “a la ganadería, al arte y a la arquitectura”, llegó con sus hijas a las 8 de la mañana a la sede de la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia (SNNA), y una de ellas, entre sollozos, dijo que ambas querían quedarse con su padre.

“Le queremos a nuestro papá y nos gusta este país. Tenemos muchas amigas aquí”, dijo Aimée.

La jueza del Menor, Ana Ovelar, preguntó a las niñas con quién querían estar: “Con nuestro papá”, respondió Anya.

Carlos Zárate, asesor jurídico de la SNNA, dependiente del Ejecutivo, aseguró que “se va a dar cumplimiento a la restitución de las niñas a la madre de nacionalidad cubana”.

Biebel y Milán se trasladaron posteriormente a una escribanía en Asunción para firmar un acuerdo, presumiblemente para que la mujer levante las acusaciones en contra del europeo y para establecer el lugar de residencia y de visita.

La SNNA dijo en un comunicado que la restitución internacional busca proteger a los niños, fijando procedimientos que garanticen el regreso inmediato a su lugar de residencia habitual cuando hayan sido sustraidos ilegalmente y llevados a otro país.