Warren Gatland, el entrenador de Gales de rugby, criticó la expulsión de su tercera línea Sam Warburton en el minuto 18 de la semifinal del Mundial perdida por su equipo ante Francia (9-8), este sábado en el estadio Eden Park de Auckland.

“No es un jugador violento. ¿Por qué arruinar una semifinal de un Mundial con una tarjeta roja?”, se preguntó, entre enfadado y resignado, el técnico neozelandés de los galeses, Warren Gatland.

Gales quedó reducido a catorce tras la expulsión definitiva del tercera línea y capitán Sam Warburton en el minuto 18, por un tackle peligroso sobre el francés Vincent Clerc.

El jugador galés, de 23 años, levantó del suelo al wing del XV de Francia, que cayó sobre su cuello.

“Lo levantó, eso vale una tarjeta amarilla, pero no le llevó hasta el suelo. ¿Esto significa que cada vez que levantan a un jugador en un tackle habrá una tarjeta roja”, apuntó Gatland.

“Estoy muy decepcionado, pero no había mala intención de mi parte”, dijo, afectado, el propio Warburton.

Gales iba dominando entonces en el marcador por 3 a 0. Se trata de la segunda tarjeta roja del Mundial tras la recibida por el samoano Paul Williams ante Sudáfrica el 30 de septiembre.

Los galeses llegaban a la segunda semifinal de su historia en un Mundial de rugby, tras la disputada y perdida ante los anfitriones neozelandeses en la edición de 1987, donde finalizaron terceros, un objetivo que tratarán de repetir en esta ocasión.