El superior de la Fraternidad integrista lefebvrista de San Pío X, monseñor Bernard Fellay, será recibido el 14 de septiembre próximo en el Vaticano, informó este martes la agencia de informaciones religiosas I.MEDIA.

“El encuentro se celebrará el 14 de septiembre y fue confirmado por la oficina de prensa de la Santa Sede”, precisó la agencia.

Monseñor Fellay había anticipado en junio pasado la celebración de una reunión con importantes autoridades del Vaticano para hacer un balance de las discusiones iniciadas en 2009 para superar las graves divisiones.

Pese a ello Fellay fustigó la beatificación de Juan Pablo II y condenó el encuentro interreligioso de Asís, Italia, convocado para octubre próximo, al cumplirse 25 años de la primera reunión convocada por el precedente papa polaco.

Los resultados de la reunión de septiembre deberán ser comunicados al papa Benedicto XVI.

El acercamiento gradual entre integristas lefebvristas y las autoridades de la Santa Sede se inició hace dos años después de la grave crisis que generó dentro y fuera de la Iglesia el levantamiento de la excomunión decretada por Juan Pablo II en 1988 a los obispos ultraconservadores del movimiento fundado por el arzobispo francés Marcel Lefebvre y que determinó hace 20 años un cisma.

Benedicto XVI desea reintegrar a los lefebvristas dentro de la Iglesia, aunque el levantamiento de la excomunión de los obispos supone que estos últimos se sometan a la autoridad del Papa.

La Fraternidad de San Pío X fue fundada en 1969 en Econe (Suiza) por monseñor Lefebvre, quien fue excomulgado junto con los demás miembros del movimiento en 1988.

La Fraternidad de San Pío X rechaza toda apertura y renovación dentro de la Iglesia y defiende la celebración de la misa en latín, según el misal de Pío V, del siglo XVI.

En el 2007, Benedicto XVI autorizó a través de un decreto la celebración de la misa en latín, como una respuesta a las exigencias de los integristas.

En enero del 2009 el Vaticano anunció que Benedicto XVI había levantado la excomunión de cuatro obispos ultraconservadores, entre éstos el británico Richard Williamson, quien niega la existencia del Holocausto, lo que levantó una ola de protestas dentro y fuera de la Iglesia católica.