Hasta la oficina del subsecretario de Hacienda Julio Dittborn, llegaron los diputados de la UDI, Andrea Molina y Gustavo Hasbún para plantearle a la autoridad monetaria su propuesta para rebajar el impuesto específico en torno al 50 por ciento.

Una medida que se pretende aplicar, según esta propuesta, a la clase media a parte de los sectores del transporte.

Así lo explicó la diputada Molina, quien, además, aseguró que hubo una respuesta favorable de parte del subsecretario para analizar opciones en esta línea.

La idea, explicó el diputado Gustavo Hasbún, es aplicar un subsidio permanente a estos sectores para beneficiarlos y de esta forma bajar la carga impositiva.

Claro que el método de cálculo, dijo Hasbún, deberá ser aplicado por el gobierno.

El impuesto específico a los combustibles se creó en 1985 y su objetivo fue la reconstrucción de caminos que quedaron dañados tras el terremoto que afectó la zona central en esa época. Una recaudación que continúa hasta ahora y que suma sobre los dos mil millones de dólares, aunque sólo una parte de esto va dirigida a la construcción o mantención de rutas y caminos.

Se trata de un gravamen fijo de seis Unidades Tributarias Mensuales, que se traducen en más de 200 pesos aplicados al valor bruto de los combustibles.