El Estadio Nacional de Perú, totalmente remozado con una nueva infraestructura, fue reinaugurado la noche del domingo con la presencia de la selección peruana de fútbol, que obtuvo el tercer puesto en la Copa América 2011 que se jugó en Argentina.

El estadio fue entregado por el presidente saliente Alan García, en una de las últimas obras que puso en marcha antes de culminar su mandato de cinco años el 28 de julio.

García dio el saque de honor en un partido amistoso que jugaron las selecciones Sub 20 de Perú y de España, en un colorido acto con fuegos artificiales y un espectáculo con la nueva y moderna iluminación del recinto deportivo.

La selección de mayores, dirigida por el uruguayo Sergio Markarián, fue ovacionada por unas 30.000 personas que asistieron al remozado estadio.

“Después de 59 años de construido entregamos el reconstruido Estadio Nacional y recibimos a nuestra selección que nos ha dado el impulso y la alegría de saber que la patria puede triunfar y que nos van a llevar al Mundial de fútbol”, dijo García.

El estadio ahora tiene capacidad para más de 55.000 aficionados, 317 palcos, nueva iluminación y césped natural en reemplazo de la cancha sintética colocada en 2007 a sugerencia de la FIFA para un mundial Sub-17.

Una de las novedades en seguridad que tiene el estadio es un lector de huella digital en cada puerta. Ese escáner toma las huellas de cuatro dedos y procesa los datos en segundos con un software que realiza la búsqueda de antecedentes del espectador.

La nueva fachada luce un diseño con planchas de aluminio, con un sistema de iluminación decorativa, alejada de la tradicional estructura de cemento.

El estadio fue remozado con una inversión de 65 millones de dólares, según informó Arturo Woodman, presidente del Instituto Peruano del Deporte.