Indignación en usuarios del Consultorio Externo de Avenida Francia en Valdivia: Criticaron trato vejatorio de funcionarios en contra pacientes de la tercera edad; les decían a los abuelitos que aprendieran a leer, y así enterarse del por qué no eran atendidos, pese a que las ventanillas estaban abiertas.
Para que usted esté informado y sobre todo si se atiende en el consultorio Externo de Avenida Francia, que depende del Servicio de Salud Valdivia, los últimos miércoles de cada mes los funcionarios tienen una jornada recreativa, lo que significa que el 80% del personal ese día no atiende al público.
En todo caso, los servicios continúan operando con el contingente que queda, como lo indicaron las autoridades del recinto y lo confirmó en el lugar La Radio.
Pero pese a ello, hubo gente que no fue atendida. La controversia se produjo en la unidad de farmacia, en donde en un letrero se indicaba que la entrega de medicamentos se realiza de lunes a jueves, pero en letra más chica decía de miércoles y viernes la atención era de 8 a 15 horas, lo que coincidió con las actividades recreativas de los funcionarios.
La gente pidió una explicación sobre todo porque personas de tercera edad les costaba leer, recibiendo un trato despectivo por parte de la funcionaria, según dijo Carolina Pontigo, que estaba en el lugar.
Incluso, la mujer indicó que el trato fue hasta vejatorio, en donde el criterio, la buena educación y respeto al adulto mayor, simplemente, estuvo lejos de estar presente.
Por su parte, una mujer que se identificó como Erna, que también fue afectada, aseguró que recibieron una atención incluso hasta violenta.
La usuaria lleva años atendiéndose en ese recinto y dijo que no todos los funcionarios hacen un mal trabajo, pero ahora con lo ocurrido, lamentablemente quedó con un sabor amargo, porque los adultos mayores, además de perder tiempo, dinero y pasar frío, se van con las manos vacías.
Luego que La Radio concurriera al recinto, habló y expuso este problema a la directora del consultorio, la enfermera Cecilia Agüero, a quien este medio la invitó a que le diera una respuesta a la gente que pedía atención.
En el camino las personas se encontraron con ella, preguntándoles incluso por qué la oficina de la OIRS, para dejar un reclamo, estaba cerrada.
La encargada del recinto fue a ver qué pasaba y llegó finalmente con los medicamentos en la mano para las pacientes, eso sí debiendo dar explicaciones.
