Tras hacerse con la propiedad del proveedor de telefonía por Internet Skype en mayo pasado, Microsoft ya comienza a causar controversia por la forma en que el servicio continuará desarrollándose, sobre todo en lo que concierne a la privacidad de sus casi 700 millones de usuarios.

Esto tras conocerse la activación de una tecnología bautizada -apropiadamente- como “Legal Intercept”, la cual le permitirá a la gigante informática interceptar y monitorear las llamadas de voz y video hechas mediante Skype, con el fin de detectar posibles usos vinculados al terrorismo internacional.

El sistema fue desarrollado a fin de que Skype cumpliera con la Communications Assistance for Law Enforcement Act (CALEA), un requerimiento del gobierno estadounidense para que todas las empresas de comunicaciones puedan estar bajo escrutinio del Estado por razones de seguridad, describe el diario español ABC.

Pese a la explicación, el sistema ya está causando escozor entre los usuarios de Skype, quienes han criticado la medida mediante comentarios y en redes sociales.