Prince, Robert Plant, Tony Bennett, Anouar Brahem, Marc Ribot… El Festival Internacional de Jazz de Montreal (FIJM) se inaugura el sábado con un programa en el que se cruzan el pop, el soul, el world music y el jazz.

El festival, el más importante del planeta en lo que concierne al jazz con sus más de dos millones de espectadores, se inicia oficialmente el sábado con la presentación al aire libre de Ben l’Oncle Soul, un joven francés que intentará seducir a los norteamericanos tal como lo hizo el año pasado con sus compatriotas, con un álbum teñido de las influencias Motown, célebre marca estadounidense del soul.

Será precedido este viernes de noche por una leyenda viva del soul, Prince. La estrella estadounidense pidió, en efecto, “a último momento” participar en el festival en dos espectáculos para insomnes en Metropolis, una sala de 2.000 asientos.

El primer espectáculo de Prince y una presentación de Robert Plant están previstos para el viernes de noche, día de la fiesta nacional de Quebec, en vísperas del 32º aniversario del gran evento del jazz, que tendrá más de 500 espectáculos hasta el 4 de julio, de los cuales 350 serán gratuitos.

El festival de Montreal, famoso por su definición amplia del concepto de jazz, acoge este año a Diana Krall, Tony Bennett, Dave Brubeck, Oliver Jones, Dee Dee Bridgewater –para un homenaje a Billie Holliday– durante unos conciertos que tendrán su versión más clásica.

El guitarrista estadounidense Marc Ribot, conocido por su juego etéreo, ofrecerá tres espectáculos, uno de los cuales muy esperado por la crítica, con Los Cubanos Postizos. Lo mismo ocurre con el tunecino Anouar Brahem, quien con sus melodías que llaman al éxtasis sufí, intentará cautivar al público montrealés en tres espectáculos.

La nueva estrella del fado, Ana Moura, y la magnífica Sade, quien recibirá el premio Ella Fitzgerald, también son esperadas en el festival.

Montreal dará una nueva imagen de los gitanos, que no gozan de buena prensa por estos días en Europa: GRUBB –Gypsy Roma Urban Balkan Beats–, mezcla de hip-hop y música cíngara, dará la palabra y la voz a jóvenes gitanos.

El festival agregó una séptima representación de este espectáculo en sala que parece intrigar al público de la metrópoli quebequense y a miles de turistas europeos y estadounidenses que van de un concierto a otro durante once días.

Los B-52 prometen hacer bailar a quienes concurran al gran espectáculo de cierre del 4 de julio. Los Men Without Hats (‘Hombres sin sombreros’), grupo new age local, que conoció un éxito mundial en 1983 con “Safety Dance”, retornará a los escenarios durante el festival.

Desde el virtuoso pianista Oliver Jones hasta el grupo electrónico de Hombres sin sombreros, el Festival Internacional de Jazz de Montreal hace la gran diferencia. Su especialidad.