Tres mujeres adherentes a la causa mapuche se encadenaron a las rejas de la catedral de Valparaíso y en una drástica decisión para evitar que fueran retirados por las fuerzas policiales, enyesaron sus manos con un producto de secado rápido.

Todo ocurrió ante la mirada atónita de los transeúntes que cerca del medio día caminaban por las inmediaciones de la Plaza Victoria y la Catedral porteña, cuando tres mujeres se encadenaron a las rejas del recinto religioso.

Gritando consignas en apoyo a los mapuche, los que hace más de 80 días se encuentran en huelga de hambre. Y para evitar que las fuerzas policiales cortaran sus cadenas radicalizaron la protesta e introdujeron sus manos en recipientes con yeso de secado rápido.

Una de las manifestantes, Marcela Cárcamo, fue detenida antes que el yeso se secara en sus manos, a diferencia de Juana y Paz Ayun, madre e hija quienes comentaron a La Radio el motivo de la radical protesta.

Por más de dos horas personal de Bomberos debió realizar un intenso y cuidadoso trabajo para poder liberarlas y evitar dañar las manos de las manifestantes, según comentó Manuel Acuña, Comandante de Bomberos de Valparaíso.

Moisés Olmos Uno de los testigos de esta manifestación y quien tiempo atrás protagonizo una protesta similar encadenándose al monumento a la Justicia en la Corte de Apelaciones de Valparaíso por el caso bombas, apoyó la manifestación pidiendo también que la Iglesia cumpla un rol mediador más efectivo en el caso mapuche

Las mujeres tras ser liberadas fueron trasladas hasta el Hospital Carlos Van Buren a constatar lesiones, quedando detenidas por el delito de desorden en la vía pública. }

Mujeres enyesan sus manos | Andrea González

Mujeres enyesan sus manos | Andrea González

Mujeres detenidas | Andrea González

Mujeres detenidas | Andrea González