En un confuso accidente, que la brigada de homicidios intenta esclarecer completamente, un padre asesinó a su hijo de 23 años, mediante un disparo en el pecho. Ambos protagonistas del episodio de sangre registraban antecedentes policiales.

El parricidio ocurrió en el sector Gaviota Baja, en Lobos Viejos,Talcahuano, en una toma de terreno.

Según los antecedentes que se manejan, el joven Yerko Antonio Gutiérrez Vásquez concurrió con otras personas al domicilio de su padre, sin saber que se trataba de éste y por motivos también por dilucidar.

El joven salió hace tres meses de la cárcel, donde cumplió cuatro años de condena mientras que su padre, Roberto Gutiérrez, de 47, estuvo preso 15 años, y salió en 2008.

Por eso, tuvieron escaso contacto y vidas muy separadas, por lo que el padre disparó contra el grupo de individuos sin identificar a quien acertó.

El herido caminó algunos metros y cayó desplomado en un camino de tierra, indicó el subprefecto Sergio Claramunt.

El imputado negó los hechos, pero los antecedentes recabados indican que testigos vieron al detenido con la pistola en las manos, arma que, en todo caso, no ha sido encontrada.