El ex presidente egipcio, Hosni Mubarak, detenido en el marco de una investigación sobre la represión de las manifestaciones, podría ser condenado a la horca si se lo reconoce culpable, informó la prensa oficial el viernes.

Mubarak y sus hijos Gamal y Alaa fueron detenidos el miércoles por 15 días dentro de una investigación judicial sobre la violenta represión de las revueltas de enero y febrero, que dejaron unos 800 muertos y que desembocó con la caída del régimen.

El periódico gubernamental Al Ahram, citó el viernes al presidente de la corte de apelaciones de El Cairo, Zakaria Chalach, que afirmó que Mubarak podría ser ejecutado si se lo reconoce culpable de haber provocado la muerte de manifestantes de manera premeditada.

Chakach indicó que el testimonio del ex ministro de Interior de Mubarak, Habib Al Adli, lo convertía en cómplice si se confirma su veracidad. En dicho testimonio señalaba que Mubarak le había ordenado utilizar la fuerza contra los manifestantes.

“Si ello se demuestra, (Mubarak) recibirá la misma pena que la persona que condujo (la represión) y podría tratarse de una ejecución si se prueba que los manifestantes pacíficos fueron muertos con premeditación”, dijo Chakach, agregando que si no hubo premeditación sólo será condenado a cadena perpetua.

La investigación debería durar al menos seis meses y el juicio al menos un año.