La organización ecologista Greenpeace demandó este jueves al gobierno mexicano cerrar la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde (este), la única del país, y suspender su programa nuclear para optar por energías renovables como la solar, la eólica y la geotérmica.

Una decena de activistas de Greenpeace, vestidos con trajes rojos, clausuraron simbólicamente el mediodía de este jueves la sede de la secretaría de Energía de México con dos pancartas en las que se leía “¿Nuclear? No, gracias”.

“Demandamos un cambio radical en la política energética de México y el cierre de Laguna Verde porque representa un peligro enorme al estar en la ruta de llegada de huracanes” en Veracruz (este), en el Golfo de México, dijo a la prensa Gustavo Ampugnani, director de campañas de Greenpeace en este país.

El alerta lanzada en Japón por los daños sufridos en sus plantas nucleares tras el sismo y el maremoto que hace dos semanas golpearon el archipiélago demuestran “la alta inestabilidad y amenaza para el ser humano y el medio ambiente de la energía nuclear”, dijo Ampugnani.

El activista reclamó que el gobierno mexicano cancele todo proyecto relacionado con la construcción de nuevas plantas nucleoeléctricas en México porque, además del riesgo, es “falso que produzcan energía limpia”.

Según versiones de la prensa mexicana, el gobierno mexicano ha esbozado cuatro escenarios para responder a las necesidades de energía del país, en tres de los cuales se contemplaría la construcción de entre dos y 10 plantas nucleares en la década de 2020.

México cuenta con una sola planta nuclear para generación eléctrica en Laguna Verde, cuyos dos reactores, que operan desde 1985 y 1990 respectivamente, generan 1.300 Megawatts, el 3,6% de las necesidades de energía eléctrica del país.