Diez años después, las holandesas Helene Faasen y Anne Marie Thus, que el 1º de abril de 2001 se convirtieron en la primera pareja de lesbianas en contraer matrimonio legal, siguen militando a favor del matrimonio de personas del mismo sexo, una causa que poco a poco va ganando terreno.
La pareja vive en Maastricht (sur de Holanda) con Nathan, 10 años, y Myrtle, de 9, sus hijos, concebidos gracias a donaciones de esperma anónimos.
“Nos casamos por amor, no por razones políticas, pero por supuesto sabíamos que era un momento histórico”, cuenta a la AFP Anne-Marie Thus, de 41 años, empleada en un gabinete de notario y militante activa de los derechos de los homosexuales.
Al casarse ante la prensa del mundo entero, las dos mujeres querían “que todo el mundo supiera cuán horrible es estar privado de un derecho que es natural para los demás”, añade Helen Faasen, de 44 años, notaria.
“Un heterosexual jamás tiene necesidad de preguntarse si tiene derecho a casarse o no, lo único que necesita es tener suerte para encontrar el amor de su vida”, dice.
Holanda fue el primer país del mundo en legalizar el matrimonio homosexual en 2001. Desde entonces, unos 15.000 matrimonios de gays y lesbianas han sido celebrados, o sea 2% de la cifra total, según la Oficina Central de Estadísticas.
“Como mucha gente, tenemos una familia, un trabajo, una casa, un perro y dos conejos”, detalla Anne-Marie Thus, quien dice que le gusta mucho cocinar.
Los hijos aceptan su situación familiar “simplemente como una de las posibilidades existentes”, recalca Helen Faasen, que por su parte adora la jardinería.
“La única objeción que nuestro hijo hizo una vez es el doble trabajo que tiene para el Día de las Madres”, cuenta.
Las dos mujeres, que la AFP entrevistó en la oficina de una de ellas en Amsterdam, protegen mucho su vida privada, pero aceptan algunas veces levantar un poco el velo, en defensa de su causa.
“Queremos mostrar hasta qué punto somos normales”, explica Helene Faasen, haciendo un guiño a su esposa.
“No es el Sodoma y Gomorra que la gente espera como resultado de la legalización del matrimonio homosexual”, añade.
El matrimonio entre personas del mismo sexo sigue estando prohibido en numerosos países. Y el panorama dista mucho de ser idílico en Holanda, considerado no obstante como un país liberal, dice Philip Tijsma, del COC, la asociación de defensa de los homosexuales más antigua del mundo.
“Es paradójico: para los homosexuales, es más fácil mostrarse a la luz del día y estar abiertos con respecto a su sexualidad, pero, de golpe, también son más visibles y constituyen blancos más fáciles para los homófobos”, reconoce Tijsma.
Según el COC, aproximadamente un millón de homosexuales viven en Holanda, que cuenta con 16,7 millones de habitantes.
En 2009, 428 incidentes homófobos fueron declarados, una cifra en aumento de 13% con respecto a 2008, según las últimas estadísticas de la policía.
El 1 de abril, Anne-Marie Thus y Helene Faasen festejarán sus bodas de estaño asistiendo a la inauguración de una exposición de fotos organizada por la alcaldía de Amsterdam con motivo del décimo aniversario de los primeros matrimonios homosexuales en Holanda.
“Hemos tenido suerte que otros hayan luchado para permitir nuestro matrimonio, es por eso que si la gente nos necesita, sobre todo en los países donde el matrimonio homosexual no está autorizado aún, queremos estar presentes para ellos”, dice Anne-Marie Thus.