El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, dijo este martes que los ciudadanos de su país deben ser realistas sobre las posibilidades de Christchurch, ciudad que sufrió graves daños en un terremoto en febrero, de ser sede el Mundial de rugby de 2011.

“Todos necesitamos ser realistas y necesitamos darles (al IRB, el órgano supremo de la disciplina) buena información. Eso es lo que haremos. Evidentemente, emocionalmente queremos mantener el Mundial (en Christchurch) pero si no podemos, no lo haremos”, dijo Key a una televisión de su país.

“Pero no nos precipitemos en nuestra decisión”, apuntó Key, al mismo tiempo en que negó las informaciones publicadas en la prensa británica según las cuales el International Rugby Board decidió cambiar los duelos del Mundial previstos en la que es la segunda ciudad del país.

El pasado mes de febrero, la ciudad sufrió un fuerte terremoto, de magnitud 6,3, que costó la vida a cerca de 200 personas y que daño las infraestructuras de la urbe, incluida la sede de varios encuentros de la cita planetaria.

Según lo previsto, el esas instalaciones acogerán cinco duelos de fase de grupos y dos cuartos de final del torneo, que se disputará entre los próximos 9 de septiembre y 23 de octubre.

Key sostuvo que que el IRB debe considerar la posibilidad de mantener los partidos en el estadio de Christchurch, si éste es reparable y si la ciudad puede albergar en sus hoteles a los de aficionados que allí se esperan.

Este martes, está previsto que el Gobierno neozelandés reciba los resultados de los estudios realizados sobre los daños sufridos en el estadio, pero Key ya evocó que recuperar las instalaciones “no es fácil”.

Para que Christchurch pueda ser con toda seguridad sede del Mundial, el IRB necesita que se le informe de que la ciudad tendrá suficientes hoteles, bares, restaurantes, además de instalaciones deportivas, para hacer frente al evento, el mayor que recibe Nueva Zelanda en su historia.