Las superestrellas de la liga norteamericana de lucha libre WWE, protagonizaron electrizantes combates en la capital, cautivando a miles de fanáticos que vibraron minuto a minuto con crudos enfrentamientos.
Se trata del evento Road to Wrestlemania llevado a cabo en el Movistar Arena la noche del miércoles; más de dos horas y media en las que los amantes de la acción disfrutaron con las presentaciones de sus ídolos, que castigaron con patadas, llaves, vueltas en el aire y hasta con sillas a sus oponentes.
El público no se mostró para nada neutro y alentó con todo a sus preferidos. Uno de ellos, el corpulento Mark Henry, hizo notar su poderío físico frente a Tyson Kidd, derrotándolo sin mayores problemas. De paso, el peleador hizo un gesto al país, y exhibió una bandera chilena.
La belleza la pusieron las divas de la lucha, aunque también demostraron rudeza, pues la campeona Eve y la retadora Alicia Fox no trepidaron en atacarse sin clemencia para lograr la victoria. Resultado: la sexy morena debió resignarse ante la actual poseedora del cinturón.
También encendió la noche el combate sin tregua de otro campeón, The Miz, quien midió fuerzas con Randy Orton. Un intenso enfrentamiento que pareció terminar en más de una oportunidad ante el conteo del juez, pero la reacción del luchador justo antes de la cuenta de tres prolongó el duelo en más de una oportunidad. Y es que ninguno quería darse por vencido, pero finalmente el primero logró retener el título, ayudado, eso sí, por Alex Riley, quien intervino ilícitamente en el encuentro para darle la victoria. Todo ante la reprobación del público, que en su mayoría apoyaba a Orton.
El plato de fondo fue John Cena versus CM Punk. El primero se ganó desde un principio el mayoritario respaldo de los fanáticos, e incluso vistió una polera con la imagen de la bandera nacional. Las estrellas aplicaron sus mejores técnicas para quedarse con la victoria, y fue el favorito quien se impuso tras una espectacular maniobra que dejó en el suelo y sin reacción a su rival, cuando el árbitro llegaba hasta tres en el conteo, desatando la euforia del público.
