El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, debe dejar de “interferir” en la política interna venezolana y “cesar sus ataques” contra el gobierno de este país, exigieron el sábado los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA).

JM Insulza | Wikipedia

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Los países del ALBA “exigimos al secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos) que cese sus ataques al gobierno venezolano y respete la institucionalidad democrática de Venezuela”, reza un comunicado recibido por la AFP.

En el texto, los países del bloque regional, compuesto por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Dominica, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas, “rechazan de la manera más firme la conducta reiterada” de Insulza “de interferir en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela”.

Desde hace casi 3 semanas, un grupo de jóvenes está en huelga de hambre en Venezuela para exigir que Insulza venga a Caracas con una misión de la OEA con el fin de conocer la situación de varios políticos presos y analizar la situación de los derechos humanos en el país.

Desde Washington, Insulza se dijo dispuesto a viajar a Caracas si el gobierno venezolano acepta su presencia y el Departamento de Estado pidió al gobierno del presidente Hugo Chávez que “consienta una visita de la OEA”.

El viernes, el ministro venezolano de Exteriores, Nicolás Maduro, rechazó de forma tajante que la OEA participe en la resolución de estos asuntos internos y criticó el “intervencionismo” de Estados Unidos.

“Exhortamos a los demás países miembros de este organismo (la OEA) a reaccionar ante lo que constituye un retroceso peligroso a los tiempos en que la OEA fue instrumento del intervencionismo y el colonialismo”, agregó el comunicado del ALBA, recalcando que la OEA en ningún caso puede ser “un árbitro o un tribunal que dirima asuntos de la vida política interna de un país”.

Por último y refiriéndose a la oposición a Chávez, el bloque regional consideró que Insulza usa su puesto para “contribuir a la estrategia de una minoría política venezolana (…) que recurre a instancias internacionales con la pretensión de imponer opciones contrarias a la legislación nacional o a la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano”.