Sectores de la izquierda italiana apoyados por el diario La Repubblica, lanzaron la candidatura de una experimentada política católica para suceder al actual jefe de gobierno Silvio Berlusconi, en caso de que caiga tras el juicio en abril por prostitución de menor.

Rosy Bindi | Wikipedia

Rosy Bindi | Wikipedia

La presidente de la mayor formación de izquierda, el Partido Democrático (PD), Rosy Bindi, es mesurada, alérgica al dinero y a la cirugía plástica.

Asimismo es considerada por el diario italiano La Repubblica como la representante política de la diosa Némesis, divinidad mitológica griega que castiga a los hombres por la desmesura.

Bindi es mencionada por algunos católicos italianos como la candidata ideal para decretar el fin de Berlusconi.

La candidatura de Bindi fue lanzada abiertamente por el líder de extrema izquierda Nichi Vendola, tras el éxito de la manifestación de las mujeres celebrada el domingo pasado contra la visión machista de Berlusconi.

“El nombre de Bindi genera el entusiasmo popular”, sostiene Vendola.

Más de medio millón de personas marcharon en toda Italia para pedir respeto por la dignidad de la mujer al jefe de gobierno, quien será procesado el 6 de abril por el delito de prostitución de menor y abuso de función.

Los primeros sondeos realizados por el diario La Repubblica registran un consenso notable a favor de Bindi del 77%.

La idea, sin embargo, suscitó tensiones dentro del PD, que considera prematura la candidatura.

La imagen contraria al ideal de mujer de Berlusconi, como es calificada, le llegó a responder en una ocasión en televisión: “Presidente, no soy una mujer que está a su disposición”.

Varias personalidades moderadas de centro apoyan la eventual candidatura de Bindi, entre ellas el líder demócrata-cristiano Ferdinando Casini.

“Sería la primera vez que por fin una mujer llega a ese cargo”, comentó por su parte la ultraconservadora católica Paolo Binetti.