Francia se consagró por cuarta vez en su historia campeón del mundo de balonmano masculino, este domingo al derrotar en la prolongación de la final del torneo a su par Dinamarca por 37-35, en el duelo jugado en Malmö, Suecia.

Los “Bleus” sufrieron como nunca en este duelo final del torneo, puesto que cuando sólo faltaban 4 segundos para finalizar el tiempo reglamentario, los daneses, que a nivel masculino nunca ganaron la prueba, igualaron 31-31.

Pero, los dirigidos por Claude Onesta tienen experiencia en alargues, y repitieron lo hecho por sus antecesores de 2001, cuando lograron el torneo en París ante Suecia también en el tiempo adicional.

La estrella del equipo, Nikola Karabatic, elegido mejor jugador del torneo antes de la final, fue decisivo una vez más para el triunfo galo con 11 goles, como lo fue también el capitán Jérôme Fernandez, quien anotó los dos tantos finales del partido que hicieron la diferencia y dieron el triunfo a su equipo.

Francia había ganado el Mundial en 1995, 2001 y 2009.

Más temprano, España se colgó la medalla de bronce del torneo tras su victoria por 24 a 23 ante los anfitriones suecos en la final de consuelo por el tercer puesto, también jugada en Malmö.

Para los españoles se trata de la segunda medalla en el torneo planetario, después de la presea de oro conseguida en Túnez-2005.