El devastador terremoto de enero de 2010 en Haití comprometió seriamente la capacidad del Estado para salvaguardar los derechos humanos básicos y aumentó el riesgo de violencia sexual en mujeres y niñas, indicó la organización Human Rights Watch (HRW).
En su Informe Mundial 2011, la ONG internacional de defensa de los derechos humanos dijo que el terremoto del año pasado, que mató a más de 220 mil personas y dejó a más de un millón sin hogar, “exacerbó” el historial de abusos de derechos humanos por parte de las autoridades y de delincuentes, miles de ellos fugados de prisión después del desastre.
Las altas tasas de violencia sexual existentes antes del sismo se agravaron ante la “precaria seguridad en los campamentos” de refugiados, donde cientos de miles de supervivientes del terremoto viven hacinados en los alrededores de la capital, “dejando a mujeres y niñas incluso más vulnerables”, indicó el informe.
De febrero a abril de 2010 hubo 534 arrestos relacionados con la violencia sexual, dijo HRW, que señaló la falta de coordinación en la respuesta gubernamental a estos ataques.
Los secuestros también aumentaron a raíz del terremoto, en comparación con 2009: en los primeros ocho meses de 2010 la tasa de estos delitos creció 33% en comparación con el año anterior.
El país más pobre del continente americano también está sufriendo de una falta de defensores de los derechos humanos tras la muerte de tres prominentes activistas en el terremoto.
En algunos casos, además, activistas contra la violencia de género en los campamentos debieron ser reubicados por amenazas de bandas de delincuentes, dijo HRW.
El informe mencionó también “graves y crónicos problemas de hacinamiento en el sistema penitenciario de Haití”, existentes desde antes del terremoto del 12 de enero de 2010, con casi 80% de todos los detenidos en prisión preventiva.
La pérdida de expedientes judiciales en el sismo aumentó el número de “prisiones preventivas prolongadas o detenciones arbitrarias de personas que nunca fueron acusadas formalmente”, dijo el informe de HRW, que citó una evaluación de las Naciones Unidas.