Nada que celebrar. Es lo que dicen los trabajadores de ENAP en estos días. Y no es para menos. Hace menos de un mes, 478 de sus compañeros fueron desvinculados de la empresa en un proceso que los dirigentes sindicales han calificado de “traumático y cruel”.

Por ello es que este 29 de diciembre, fecha que se recuerda el descubrimiento del petróleo en Magallanes, hace 65 años, el Sindicato de Trabajadores de ENAP Refinería Bío Bío optó por un acto de conmemoración al margen de la actividad oficial organizada por la empresa.

El acto de los trabajadores se realizará por la tarde y será la oportunidad en que se entregará un reconocimiento a quienes fueron despedidos, se acogieron a retiro voluntario y cumplieron su período para jubilar.

Los dirigentes han dicho que con esta actividad se busca dar un nuevo impulso a la lucha que han dado durante el año desde que se anunció la intención de la gerencia general de reducir personal.

Se sabe que el proceso no ha terminado. Ya está anunciada una fase de externalización o tercerización de algunos servicios. El asunto es que no se sabe cuáles y a cuántos trabajadores involucrará.

Además, se viene el debate acerca de la incorporación de capital privado a la propiedad de ENAP, algo que se puede acelerar luego que el gobierno decidiera vender la participación del Estado en las empresas sanitarias que están semi privatizadas.

Termina un año complejo para los enapinos. No se logró revertir el plan de desvinculación anunciado por la gerencia, aunque sí se consiguieron algunos avances respecto de lo inicialmente propuesto por la administración.

Quizás lo más destacable, en el caso de Bío Bío, fue que por primera vez en los últimos 30 años, los trabajadores de la refinería salieron a la calle masivamente a expresarse, rechazando el plan de despidos. Eso fue el 22 de octubre. Casi un mes después, fueron capaces de concretar un paro de actividades por 24 horas. Algo inédito también en las últimas tres décadas.