El ministro del Interior de Paraguay admitió el jueves que el gobierno realiza escuchas telefónicas “en ocasiones especiales”, aunque descartó que lo haga en forma generalizada, reaccionando ante un cable enviado por la embajada estadounidense en Asunción publicado por el sitio WikiLeaks.

“Niego categóricamente” que el gobierno escuche genéricamente las conversaciones por celular. Las escuchas solo se realizan “en ocasiones especiales. Nuestro marco legal no permite escuchas genéricas (…) de manera genérica es inconstitucional”, dijo el ministro del Interior, Rafael Filizzola, a la radio 9.70 AM.

Un informe de WikiLeaks divulgado por el diario español El País, reproducido el jueves por medios paraguayos, dijo que el gobierno de Fernando Lugo pidió ayuda al de Estados Unidos a principios de 2010 para interceptar 90% de las llamadas de celulares.

Sin embargo, Estados Unidos se negó a proporcionar dicha ayuda para evitar que el gobierno paraguayo utilice las intercepciones contra sus opositores, afirma un mensaje enviado por la embajada estadounidense en febrero pasado.

Las autoridades paraguayas argumentaron que necesitaban controlar las llamadas de celulares con motivo de la persecución a un grupo supuestamente guerrillero que secuestró a dos hacendados entre 2008 y 2010.

Relata el cable que el ministro Filizzola habría señalado a la representante diplomática estadounidense en Asunción textualmente: “La lucha contra la droga es importante, pero no hará caer a nuestro gobierno. El EPP (Ejército del Pueblo Paraguayo) podría hacerlo”.

Filizzola se excusó de comentar este cable ni los cables que sean ventilados en el futuro por el sitio WikiLeaks, pero resaltó “las buenas relaciones” con Estados Unidos.

Según el cable, el ministro dijo tener preparado un decreto “para obligar” a dos empresas de celulares (Tigo y Personal) a prestarse a las escuchas.