Agentes y técnicos de la policía judicial y de la gendarmería francesa investigan el atentado con explosivos perpetrado la víspera por un comando armado en un complejo turístico en Córcega que no causó heridos, pero sí “daños considerables”.

Un comando de 10 a 15 personas encapuchadas y armadas se presentó el miércoles hacia las 18:30 horas locales (14:30 en Chile) en ese complejo turístico a orillas del mar a 30 km al sur de Bastia, indicó el fiscal francés Dominique Alzeari que lo calificó como “uno de los más graves” atentados del año en la isla mediterránea.

Después de dominar sin maltratarlas a una docena de personas que estaban en el lugar, entre guardias y algunos residentes permanentes, el comando activó dos explosivos que destruyeron el edificio de entrada del complejo y la residencia del director.

El atentado no causó heridos y de momento no fue reivindicado.

El jueves, un equipo de artificieros inspeccionó las cientos de cabañas y casas rodantes de dicho complejo para verificar que no había otros explosivos.

Un centenar de personas, entre éstas varios militantes nacionalistas y parlamentarios corsos, denunciaron el 13 de noviembre pasado una operación de especulación inmobiliaria por parte del grupo que en 2008 compró dicho complejo turístico, Promeo Loisirs et Patrimoine (Tiempo Libre y Patrimonio).

Ese colectivo asegura que Promeo compró ese complejo de 22 hectáreas por tres millones de euros y 1,5 millones de euros de obras, con el objetivo de venderlo lo antes posible por 33 millones de euros aprovechando una ley de desgravación fiscal.

Este complejo construido en los años 60 cuenta con 233 cabañas, un centenar de espacios para carpas (tiendas de campaña) y 95 casas rodantes (caravanas).

El grupo Promeo desmintió haber realizado operaciones inmobiliarias especulativas.

Un representante del gobierno en Córcega había lamentado recientemente un aumento de los atentados en la isla. Según una fuente cercana a las investigaciones, el ataque muestra que “la capacidad operativa de los clandestinos (…) sigue siendo consecuente”.