El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, promulgó este viernes el paquete fiscal aprobado el jueves por el Congreso, afirmando que el polémico texto es “un buen negocio para los estadounidenses”.

Barack Obama | Wikipedia

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Obama estampó su firma en el texto, que entrará en vigor inmediatamente, en una ceremonia que se celebró en la Casa Blanca, menos de 24 horas después que el proyecto fuera aprobado por la Cámara de Representantes tras haber sido sancionado anteriormente por el Senado.

La Cámara de Representantes aprobó el jueves la medida por 277 contra 148 votos, que prolonga las exoneraciones fiscales de la era Bush, incluyendo a los contribuyentes más ricos, gracias al acuerdo al que llegó Obama con los republicanos la semana pasada.

El Senado había aprobado el miércoles el paquete por 81 votos a favor y 19 en contra.

“En la hora actual, todo lo que nos importa a todos es hacer crecer la economía estadounidense y crear empleos para los norteamericanos. Tomado en conjunto, eso es lo que estos alivios fiscales van a realizar. Es un buen negocio para los estadounidenses”, dijo Obama tras promulgar la ley.

“Hay algunos elementos que mi partido no quiere. Hay ciertos elementos que los republicanos presentes hoy aquí tampoco quieren. Pero esa es la naturaleza misma del compromiso”, señaló Obama en la ceremonia realizada en la Casa Blanca.

Varios legisladores republicanos, entre ellos el jefe de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, asistieron a la ceremonia. Pero ni el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ni la presidenta saliente de la Cámara de Representante, Nancy Pelosi, estuvieron presentes en el acto.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, calificó a la promulgación de la ley como una victoria de Obama.

“Pienso que es una gran victoria para el presidente. Este acuerdo ayudará a la economía y a los que han perdido su empleo”, dijo Gibbs en una rueda de prensa.

El secretario del Tesoro, Tim Geithner, manifestó su satisfacción por la aprobación de las medidas que protegerán a “las clases medias de un aumento de impuestos que habría dañado sus bolsillos y en detrimento de la recuperación económica”.

“Aunque no estuviéramos de acuerdo en todos los elementos de esta medida legislativa, felicito los miembros de los dos partidos -demócratas y republicanos- en la Cámara de Representantes y el Senado que se han puesto de acuerdo para aprobar” este proyecto de ley, añadió Geithner.

“Esta legislación es buena para la democracia, buena para el empleo, buena para las familias y las clases medias y buena para las empresas que buscan invertir y aumentar el número de sus empleados”, señaló el secretario del Tesoro.

El compromiso prolonga dos años las exoneraciones fiscales adoptadas en 2001 y 2003 bajo la presidencia de George W. Bush, y que expiraban el próximo 31 de diciembre.

En total, este acuerdo representará un costo de 858.000 millones de dólares en 10 años, de acuerdo con la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO).

Inicialmente, Obama quería prolongar la exoneración de impuestos sólo para la clase media, es decir, aquellos que ganan menos de 250.000 dólares al año, pero acordó mantenerlas también para los ricos a cambio de una extensión de 13 meses de los subsidios ampliados para los desempleados.

El presidente estadounidense convirtió una prioridad la aprobación de este acuerdo tras la derrota electoral frente a los republicanos el pasado 2 de noviembre.

La aprobación del paquete fiscal dio esperanza a la Casa Blanca, que busca el aval republicano para otros proyectos, como la derogación de la ley que obliga a los soldados homosexuales esconder su orientación sexual o la ratificación del nuevo tratado START para el desarme nuclear con Rusia.