Dos médicos italianos, especialistas en foniatría, sostienen en un documento que la célebre soprano María Callas (1923-1977), considerada como una de las grandes divas de la lírica del siglo XX, murió de una enfermedad degenerativa que afectó sus cuerdas vocales.
Según los expertos Franco Fussi y Nico Paolillo, quienes presentaron el resultado de una investigación con la Universidad de Bolonia (norte) en el marco de una mesa redonda, la soprano sufría de “dermatomiositis”, una enfermedad que provoca inflamación muscular y de los tejidos en general, inclusive de la laringe.
Los médicos subrayan que tal enfermedad se suele curar con cortisonas e inmunosupresores, los cuales pueden provocar a la larga insuficiencia cardíaca y recuerdan que según el informe médico oficial, Callas murió de un paro cardíaco.
La noticia, divulgada este martes por el diario La Stampa, desmiente la creencia de que Callas se suicidó tras la pérdida gradual de su maravillosa voz y debido a las desilusiones de amor causadas por su relación con el excéntrico multimillonario griego Aristóteles Onassis, quien la dejó en 1968 para casarse con Jacqueline Kennedy.
Los foniatras estudiaron con instrumentos ultramodernos las grabaciones hechas por “la divina”, como solía ser llamada la cantante por la flexibilidad a su caudalosa voz, en los años cincuenta, periodo de máxima expresión, así como en los sesenta, cuando empezó a presentar problemas, hasta los conciertos de los años setenta, marcados por la súbita pérdida de peso y el deterioro de su voz, acortando su longevidad vocal.
“Fussi, uno de los foniatras más importantes del país y Paolillo analizaron los últimos videos de Callas en los que resulta evidente que los músculos habían cedido, ya que la cavidad del tórax no se expandía cuando tomaba aire”, sostiene el diario turinés.
“El declive del icono del bel canto no se debió a los esfuerzos vocales o a causas externas, tensiones emotivas o mundanas”, sostienen los expertos, que estudiaron uno de los momentos más escandalosos de la carrera de la diva de la lírica, cuando no pudo cantar la ópera Norma en Roma, el 2 de enero de 1958, en honor del entonces presidente de Italia, Giovanni Gronchi, y su esposa.
Al final del primer acto, con media audiencia insatisfecha, Callas huyó por una puerta trasera: “No fue un capricho, estaba de verdad enferma, tenía traqueitis, los músculos estaban cediendo. Era el inicio del fin”, aseguraron.