La Corte Suprema desestimó los dichos del querellante del caso Karadima, James Hamilton, quien dijo que jueces y ministros estarían “comiendo de las manos de gente muy poderosa”.

El vocero de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, desestimó esta afirmación, agregando que no estima posible que eso sea así y que se ha enterado por la prensa de que los querellantes no apelarán al cierre del sumario ni pedirán diligencias para reabrirlo.

El vocero de la Corte Suprema dijo que si alguien desconfía plenamente del sistema y renuncia a los recursos que la ley le da, mal puede dar una opinión contraria.

Agregó que las palabras de Hamilton son injustas, aunque “alguna razón tiene que tener” para acusar al poder judicial de esta manera, sentenció.