Los habitantes del campamento de damnificados de caleta Tumbes denunciaron falta de agua potable para sus quehaceres diarios, donde actualmente se abastecen de una vertiente del lugar y de un estanque con serios problemas sanitarios.

Compartiendo un desayuno en medio del campamento Maryland de Tumbes se encontraron los habitantes del lugar con Raúl Bustos, uno de los 33 mineros rescatados desde la Mina San José.

Todos pasaron un momento agradable y la oportunidad de cambiar experiencias fue enriquecedora. Las palabras de Bustos apuntaban al temple para salir de situaciones difíciles.

Pero tras esta actividad, quedó en evidencia a casi 9 meses del terremoto y maremoto que afectó a Talcahuano, la situación en el campamento Maryland de Tumbes es crítica para las 76 familias que viven en el lugar.

El ingreso se realiza a través de este estrecho pasillo que presenta dificultades en caso de emergencia y las condiciones sanitarias respecto del agua potable adquieren ribetes preocupantes, dado que de los 3 módulos de baños y duchas, sólo dos funcionan, que corresponde a los que entregó la Cruz Roja en ayuda humanitaria.

La del final del campamento, fue cedida por el municipio, pero no cuenta con la suficiente presión para operar de forma óptima y prácticamente no se ocupan para los quehaceres diarios.

La solución alternativa que han puesto en práctica estas personas, apuntan a una vertiente que corre por el sector y a un estanque, de dudosa condición, que intervinieron con mangueras para acceder al vital elemento, según explicó Eugenia Marchant, secretaria de la Junta de Vecinos Maryland.

Sobre las distancias para recurrir al vital elemento se refirió la vecina Georgina Mendoza:

Además deben trasladar con tarros el agua desde el estanque hasta los baños, según cuenta la vecina Cecilia San Martín:

A esto se suman otros problemas sociales que se hacen patentes en medio del ambiente de precariedad que dice estar sobreviviendo la vecina Jessica San Martín.

Los habitantes del campamento Maryland insistieron en que las autoridades accedan a una instalación de agua potable en las mediaaguas, porque temen, con justa razón, que las actuales condiciones sanitarias den pie a la generación de enfermedades.