Vecinos de la ciudad peruana de Huamanga, región Ayacucho (sudeste), cansados de los líos entre prostitutas, parroquianos y delincuentes, destrozaron cuatro burdeles y cuando se dirigían a hacer lo mismo con otros locales la policía lo impidió, informó el martes la policía regional.

El incidente se produjo el lunes en la noche entre las avenidas Arenales y Cusco, donde hay varios prostíbulos, la mayoría clandestinos, informó un vocero de la policía.

“Los vecinos luego de quemar las camas, los enseres y destrozar las botellas de licor se dirigían a otros locales para hacer los mismo, pero fueron cerrados por la policía que los calmó”, dijo.

Indicó que cuando un burdel es cerrado por la policía y el municipio, a las 48 horas abren por orden judicial.

“Estamos cansados de tanta delincuencia, nadie puede pasar por esos lugares en la noche porque son asaltados”, dijo un vecino a una emisora local.

A fines de septiembre, veinte clientes destrozaron un prostíbulo, ubicado en una calle céntrica de Ayacucho, y quemaron sus enseres en protesta porque eran “mal atendidos” y sometidos a constantes robos.

A los parroquianos se unieron algunos vecinos que indicaron estar cansados de escándalos en la zona, donde denuncian que proliferan numerosos burdeles con fachada de discotecas.