El presidente ecuatoriano Rafael Correa afirmó este jueves que el Congreso conspiró para intentar dar un golpe de Estado, poco antes de denunciar que un grupo de uniformados intentara entrar en la habitación del hospital en la que se encontraba.

Rafael Correa | Flickr de la Presidencia de Ecuador

Rafael Correa | Flickr de la Presidencia de Ecuador

“El problema es que el Congreso conspira (…) engañando (…) tratando de dar un golpe de Estado”, dijo Correa en una entrevista con la televisión ecuatoriana desde el hospital, al que fue trasladado tras ser agredido en un cuartel al que fue a hacer frente a las demandas de los uniformados.

Poco después, Correa explicó: “están tratando de introducirse aquí, a mi habitación, por medio de los techos estos policías en rebelión”, dijo el mandatario a la radio pública.

“Si algo me pasa, la responsabilidad es de ellos. Yo solo quiero decirles que mi amor por la patria es infinito y que donde esté siempre amaré a mi familia”, agregó.

Decenas de policías tomaron varios regimientos en las tres principales ciudades del país -Quito, Guayaquil y Cuenca-, un día después de que la mayoría oficialista aprobara una ley que regulará el servicio público y les quita beneficios.

Paralelamente, unos 150 miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) tomaron la pista del aeropuerto internacional de Quito, a raíz de lo cual fueron suspendidas las operaciones aéreas.

El gobierno había anunciado horas antes que el presidente consideraba la posibilidad de disolver el Congreso y llamar a elecciones generales anticipadas, luego de que su bloque legislativo rechazara parcialmente la ley en cuestión.

Correa ingresó al hospital policial en una camilla y mostrando signos de asfixia por gas lacrimógeno, tras salir del principal regimiento policial de Quito, a donde se dirigió a intentar sofocar la protesta.