Los afganos comenzaron a votar este sábado para elegir sus diputados en unos comicios que se realizan en medio de gran tensión, con la jornada ya marcada por el disparo de cohetes en Kabul y en Jalalabad, en el este del país.

Se trata de las segunda elecciones legislativas desde la caída de los talibanes, a fines de 2001.

Más de 10,5 millones de afganos comenzaron a votar para elegir los 249 diputados de la Asamblea Nacional, en la que 68 escaños estarán reservados para las mujeres.

Los talibanes han amenazado con lanzar ataques y con apuntar en prioridad a las fuerzas de seguridad y al personal que trabaje en la organización de las elecciones.

Horas antes del inicio de los comicios, un cohete fue disparado contra la comandancia de la OTAN, en el centro de Kabul, anunció una portavoz.

“No hubo daños ni víctimas”, declaró la portavoz de la Alianza, agregando se trató de “un cohete cuyo calibre se desconocía”.

Seis cohetes fueron también disparados contra Jalalabad (este).

“Cinco cohetes cayeron en una zona de granjas (la periferia de la ciudad), pero no hubo víctimas. Otro cohete también cayó sobre una casa, pero tampoco dejó víctimas”, declaró a la AFP Abdul Ghafor, el portavoz de la policía de la provincia de Nangarhar.

El viernes, los talibanes secuestraron a 18 personas -10 partidarios de un candidato y ocho funcionarios de la Comisión electoral- en el noroeste del país, en tanto que un candidato fue secuestrado al oeste de de Kabul.

Además de la seguridad, preocupación mayor de las autoridades, que con las fuerzas internacionales disponen de 400.000 soldados y policías listos a intervenir en caso de ataque, los observadores temen las irregularidades, como ocurrió en las elecciones presidenciales de agosto de 2009, marcadas por un fraude masivo a favor del actual presidente, Hamid Karzai.

El mandatario dijo el viernes que esperaba que “el pueblo, en todo Afganistán, en cada rincón, cada ciudad y cada provincia, vaya a su centro de votación y vote por su candidato”.

Karzai también reconoció que había que esperar “irregularidades”.

“Habrá problemas y acusaciones, pero debemos intentar hacerlo lo mejor posible, dadas las circunstancias, para que estas elecciones sean un éxito”, dijo.

Los resultados finales de estos comicios parlamentarios sólo se conocerán el 31 de octubre.

La futura composición de la Asamblea Nacional no implicará ningún cambio fundamental en un país donde el presidente concentra lo esencial del poder y que sólo puede quedarse en el puesto gracias a los 150.000 soldados de las fuerzas internacionales.

“Los comicios no serán perfectos, pero, si se tiene en cuenta las precauciones que ha tomado el gobierno, estoy seguro de que estas elecciones se desarrollarán mejor que el año pasado”, dijo Staffan de Mistura, Representante Especial de la ONU para Afganistán .

En los días previos a las elecciones, varios miles de cédulas falsas fueron incautadas en Kabul y en las provincias de Ghor y Ghazni, según un funcionario de inteligencia afganos.