China podría reducir el número de crímenes sancionables con la pena de muerte, retirando algunos de ellos de una larga lista que la convierte en el país con el mayor número de ejecuciones del planeta, anunció la agencia China Nueva.
La Asamblea Nacional Popular (ANP – Parlamento) estudiará esta semana una enmienda al código penal que retiraría 13 crímenes de la lista de los 68 castigados con la pena capital.
Se desconoce el número exacto de las personas ejecutadas en China, pero según la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional, China ejecutó por sí sola a más condenados que todos los demás países juntos.
En un informe publicado este año, Amnistía evalúa en “varios miles” el número de ejecutados cada año. Le sigue Irán en segunda posición en 2009, con 388 ejecuciones. Recientemente, China tomó medidas para limitar la aplicación de la pena capital, supeditándola entre otras cosas a la luz verde del Tribunal Supremo.
“Vista la realidad del desarrollo económico y social de China, la retirada de los delitos de naturaleza económica y no violentos (de la lista) no afectaría a la estabilidad social ni a la seguridad pública”, declaró un diputado, Li Shishi, a la agencia China Nueva. El voto de la enmienda permitiría “proteger mejor los derechos humanos”, según la agencia.
Se suprimirían de la lista los fraudes fiscales o con tarjetas de crédito, así como la exportación ilegal de obras de arte, de metales raros o de especies animales protegidas.
De los 68 crímenes sancionables con la pena de muerte en China, 44 no implican violencia. La mayoría de los condenados son ejecutados por asesinato, robo con violencia y tráfico de droga.
La enmienda prohíbe también la ejecución de condenados mayores de 75 años, afirmó por su parte la agencia semioficial Noticias de China.
El texto será examinado durante la sesión semanal de la ANP pero su adopción puede requerir varias sesiones. Amnistía internacional expresó escepticismo sobre el impacto de esta medida. “Aunque acogeríamos con agrado cualquier reforma que en la práctica redujera las ejecuciones en China, no estamos todavía convencidos de que estas revisiones tengan un impacto significativo”, señaló Catherine Barber, subdirectora de la organización para la región Asia-Pacífico.
“Seguimos esperando que el gobierno chino divulgue los datos que muestren que estas revisiones son más que sólo una limpieza legal superficial, eliminar crímenes que rara vez han sido castigados con la pena de muerte en los últimos años”, agregó en un comunicado.