Un desorden administrativo y carencia de total control en las bodegas de abastecimiento detectó la Contraloría en el municipio de Talcahuano.

Hasta hoy se desconoce el stock que registran los centros de acopio.

Para cumplir con el plan anual de fiscalización, la Contraloría General de la República realizó una auditoría en el marco de la aplicación del programa de fondos de emergencia entre el 27 de febrero y el 30 de abril.

El propósito fue verificar el cumplimiento de las normas legales, además de las instrucciones emanadas del Ministerio del Interior en relación a los fondos transferidos para pagar adquisiciones post terremoto.

Francisco Vera, concejal de la comuna puerto, dio a conocer que el informe registró este desorden y falta de control en entradas y salidas del municipio, nulo registro de bienes existentes, ausencia de registro de quien recibía ayuda.

El informe concluye que en Talcahuano no se implementó registros y controles adecuados para determinar con exactitud las cantidades de mercaderías recibidas desde la Oficina Regional de Emergencia y el número de aquellas entregadas a los habitantes de la comuna.

Además se determinó, el municipio no designó formalmente a las personas encargadas de la emergencia en la comuna, que no implementó registro del ingreso de alimentos recibidos, no se confeccionaron actas ni planillas de inventario, entre otras anomalías.

La situación será llevada por el concejal Vera a discusión en el Concejo Municipal.