El gobierno del saliente Alvaro Uribe reiterará su denuncia de que la guerrilla colombiana está presente en territorio venezolano, durante la reunión de cancilleres de Unasur este jueves en Quito, pedida por Venezuela tras romper relaciones.

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El canciller Jaime Bermúdez acudirá a la cita a pedir que se defina “un mecanismo concreto” para tratar la denuncia sobre la presencia de unos 1.500 guerrilleros izquierdistas colombianos en Venezuela, planteada por Colombia la semana pasada ante la Organización de Estados Americanos (OEA), ante lo cual el gobierno venezolano rompió relaciones.

El gobierno de Hugo Chávez rechaza la denuncia y ha decidido llevar ante la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) la propuesta de un “plan de paz urgente y necesario” para Colombia, que promueve esta semana el canciller Nicolás Maduro en una gira por la región.

Pero la propuesta no parece que tendrá buena acogida en el gobierno de Uribe.

“Algunos quieren hacer equivocar a Colombia de nuevo, para aflojarle el pescuezo a la culebra a fin de que vuelva a tomar oxígeno y nos vuelva a envenenar. Cuidado con eso. Algunos hablan de paz, pero ignoran la seguridad”, dijo Uribe este martes.

El presidente colombiano criticó que se quiera “internacionalizar” la demanda de un posible diálogo con las guerrillas, aunque sin mencionar directamente a ningún país.

“En esa trampita no vamos a caer. Solamente demandamos de la comunidad internacional cumplir las normas internacionales, que nosotros cumplimos: luchar contra el terrorismo y no albergarlo en parte alguna”, señaló.

Para el politólogo Alejo Vargas, de la Universidad Nacional, la insistencia de Colombia en denunciar que en Venezuela hay guerrilleros colombianos durante la reunión de Unasur es necesaria para reanudar las relaciones entre ambos países, que desde hace años atraviesan por constantes altibajos.

“Son dos planteamientos que están unidos. La ruptura de relaciones se da por la denuncia de Colombia, reanudarlas implica que cada país plantee lo que son sus preocupaciones”, señaló Vargas a la AFP.

“No creo que haya una estrategia muy definida de parte de Colombia. Afortunadamente ya anunció que estará presente en la reunión”, dijo el politólogo.

“En Unasur hay un ambiente de ayudar a resolver” la ruptura de relaciones entre Venezuela y Colombia, afirmó. “Se trata de buscar fórmulas concretas, y para eso hay que empezar a hablar”, añadió.

Pero para la superación de esta crisis, tanto el gobierno de Chávez como el de Uribe parecen apostar más bien a la nueva presidencia que inaugurará Juan Manuel Santos en Colombia el 7 de agosto.

“Si el próximo gobierno de Colombia produce una rectificación a fondo y entra en una onda de respeto absoluto al gobierno venezolano y a nuestro país estamos seguros que podremos construir un nuevo camino”, dijo el canciller Maduro este martes en Montevideo.

En tanto, su par colombiano opinó que “al próximo gobierno le queda más fácil” abordar el tema de la denuncia. Esto se debe a que “nosotros asumimos este costo político público, y no al revés”, explicó.

Santos, considerado como el delfín de Uribe, de quien fue ministro de Defensa, había iniciado en las semanas recientes un acercamiento con el gobierno de Venezuela, e invitó a Chávez a su ceremonia de investidura.

La noche del lunes, Santos se reunió en Buenos Aires con el secretario general de Unasur, Néstor Kirchner, quien media en la crisis entre los dos países.