Bolivia instalará dos puestos militares en la frontera con Perú para sentar soberanía en el río Suches, centro de intenso contrabando de oro principalmente por parte de pequeñas empresas mineras peruanas, informó el jueves el ministro de Defensa de Bolivia, Rubén Saavedra.

Los militares desplazados a la frontera lucharán también contra el tráfico de drogas y desarrollarán acciones para preservar el medio ambiente y los recursos naturales, según dijo la autoridad boliviana.

La determinación de instalar dos puestos militares es el “resultado de la operación del Comando Conjunto Andino que intervino la explotación ilegal del oro” en la región del río Suches, en una operación destinada a frenar el contrabando de ese metal precioso.

Según las autoridades, unas 200 empresas mineras de Perú explotan ilegalmente oro y continúan contaminando el río Suches, cuyo caudal surte el lago binacional Titicaca.

Las empresas mineras peruanas, cuyos nombres no fueron proporcionados, ingresaron ilegalmente unos 1.000 metros a territorio boliviano y desviaron el cauce del río Suches para su beneficio, denunció en enero la gobernación de La Paz.

Ello ha ocurrido pese a que en el sector existe vigilancia policial y dos puestos militares con escasos efectivos en Ulla Ulla y Antaquilla.

La gobernación de La Paz suspendió temporalmente en 2009 la explotación de oro por parte de al menos 200 cooperativas mineras bolivianas que operaban sin licencia ambiental. En la actualidad sólo 20 de ellas cumplieron el trámite.

El subprefecto de la provincia Camacho, Jaime Calamani, denunció en mayo de 2009 que unas 200 empresas, que emplean en un 80% a ciudadanos peruanos y 20% bolivianos, operan en 48 concesiones mineras.

Bolivia pierde anualmente unos 150 millones de dólares por la explotación ilegal de oro, además de que esta actividad “puede ocasionar una catástrofe medioambiental, la desaparición de las lagunas, del río Suches y, sobre todo, de áreas productivas”, señaló Saavedra.