Al cumplirse cuatro años de las inundaciones que llevaron la muerte y la destrucción en las comunidades ribereñas al río Bío-Bío en Los Ángeles, los dirigentes vecinales de la zona reclamaron porque aún no se realizan trabajos para contener este curso fluvial.

La mayor inquietud se concentra en el sector de La Suerte, al poniente de la capital provincial, donde la crecida del río dejó una estela de víctimas fatales y millonarios daños a la propiedad.

Según Claudio Gutiérrez, presidente de la junta de vecinos del sector, en estos cuatro años no se ha realizado ningún trabajo para canalizar el río que permita minimizar los riesgos de nuevas inundaciones.

El dirigente hizo ver que el sistema de alarmas que se activa cuando se produce una crecida importante, no es suficiente para llevar tranquilidad a los vecinos.

Según el presidente del sector La Suerte, faltó voluntad en las autoridades para que éstas se hicieran cargo de una solución hidráulica que les permitiera morigerar la incertidumbre ante la posibilidad que se vuelva a salir de su cauce el río Biobío.