Siete policías bolivianos de alto y bajo rango fueron suspendidos y serán investigados por la presunta tortura y muerte de un detenido sospechoso de haber asesinado a un uniformado durante un robo, declaró una fuente oficial.

“Instruí al Comandante de la Policía que haga la correspondiente tramitación para la suspensión (de los uniformados) de sus labores”, dijo el ministro de Gobierno (Interior) Sancha Llorenti en conferencia de prensa el sábado.

Explicó que estos efectivos serán investigados por el deceso de Daniel Olorio (56) en la ciudad de El Alto (La Paz), quien fue detenido el martes y según el informe de la Policía de esa localidad, murió el miércoles de un paro cardíaco en una celda.

Pero un informe forense realizado a Olorio indica rastros de tortura.

“Encontramos muchas contradicciones en las versiones de miembros de la Policía. Algunas señales que presenta el cuerpo de Olorio son absolutamente claras y nada tienen que ver con una muerte súbita. En Bolivia la tortura es inadmisible”, afirmó Llorenti.

La víctima habría participado en un robo en el peaje entre las ciudades de La Paz y El Alto el domingo 4 de julio, del que se sustrajeron unos 450.000 bolivianos (63.649 dólares) y donde los atracadores asesinaron al suboficial, Leonardo Condori que resguardaba el peaje, según el informe policial.

Los familiares de Daniel Olorio manifestaron a medios locales que los policías que lo custodiaban le habrían provocado la muerte en venganza por el asesinato del suboficial Condori.