Una de las situaciones más incómodas para un ser humano es sentir que huele mal, especialmente si está rodeado de personas. La reacción lógica es tratar de disimular la situación y no acercarse mucho a los otros. Quizás esto podría ser sólo una desagradable anécdota de un día, pero cuando esto pasa a transformarse en una sensación errónea y crónica, la cosa puede tornarse grave.

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Y es que es muy poco lo que se sabe del SRO (Síndrome de Referencia Olfativa), una enfermedad inofensiva físicamente hablando, pero que puede afectar seriamente la interacción social de las personas.
Este síndrome provoca que quienes lo padecen piensen todo el tiempo que huelen mal -aunque así no lo sea- y por ello, comienzan a alejarse de los otros, desencadenándose cuadros de depresión que pueden llegar a ser severos.
La académica de psiquiatría y conducta humana de la Universidad de Rhode Island y Brown, Katherine A. Phillips, explica a Depsicología.com, que los pacientes con SRO sufren mucho y tienen más riesgo de suicidio.
De acuerdo a los análisis realizados a personas que sufren el trastorno, el promedio de edad de quienes lo padecen es de 33 años y que el 60% eran mujeres.
Asimismo, se averiguó que ellos tenían el síndrome desde los 15 a 16 años y que pasan de 3 a 8 horas preocupados sobre su olor corporal. Muchos gastan una barra de jabón al día y están seguros que no se equivocan en su percepción, pese a que nadie más lo note.
La doctora Phillips además contó que quienes tienen SRO cuando ven a alguien rascarse la nariz o hacer un gesto inofensivo creen que los han olido.
Algunas otras características del padecimiento son olerse a sí mismos en forma repetitiva, ducharse en forma obsesiva, cambiarse de ropa muchas veces, visitar un gran cantidad de especialistas como dentistas, dermatólogos para solucionar el supuesto problema de hedor, entre otras cosas.
Cabe destacar que la única solución al problema es el tratamiento psiquiátrico.