Una demanda interpuesta por una ONG ante el Consejo de Estado colombiano en contra del acuerdo que permite a las fuerzas armadas de Estados Unidos hacer uso de al menos siete bases en Colombia fue rechazada por el organismo por improcedente, indicó el demandante el viernes a la AFP.

“El Consejo de Estado la resuelve por improcedente, diciendo que esta demanda hace referencia a un tratado internacional”, explicó Luis Carlos Bonilla, director del Comité permanente por la defensa de los derechos humanos.

La demanda fue presentada el 15 de diciembre ante el Consejo de Estado, máxima autoridad de la justicia administrativa en Colombia, por esta ONG que considera que el acuerdo firmado el 30 de octubre de 2009 es nulo, entre otras razones porque atenta contra la soberanía nacional.

Según el Comité, el acuerdo brinda total inmunidad en Colombia a los soldados estadounidenses por las actuaciones en su territorio.

“De esta manera Colombia renuncia a su administración de justicia”, dijo Bonilla, quien opinó que el país también renunciaba a su “dignidad”.

El Consejo de Estado no aceptó examinar la validez de la demanda, al considerar que ponía en tela de juicio un tratado internacional sobre el cual no tenía competencia para expresarse.

En octubre este organismo le había indicado al gobierno que el acuerdo debía ser sometido al Congreso para su ratificación antes de poder ser efectivo, justamente por tratarse de un tratado internacional.

El gobierno del presidente Alvaro Uribe, que considera que éste es sólo un “acuerdo simplificado” derivado de un tratado firmado en 1952, no tuvo en cuenta esa recomendación y el texto fue firmado entre el canciller Jaime Bermúdez y el embajador de Estados Unidos en Colombia William Brownfield.

El acuerdo también ha sido atacado ante la Corte Constitucional, que aún no ha emitido un fallo. Según una fuente cercana a la embajada estadounidense, el acuerdo no será plenamente implementado mientras esta jurisdicción no se haya pronunciado.

La divulgación del acuerdo militar entre Bogotá y Washington desató en julio de 2009 una crisis regional, especialmente ante el gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez, que “congeló” sus relaciones con Colombia y lo consideró amenazante para la seguridad del continente.